domingo, 10 de mayo de 2020

#BONO60



Siempre es difícil escribir sobre un tema que apasiona tanto. Sobre todo cuando es extenso, y ha sido muchas veces tocado y retocado. Tiene muchas aristas, muchas luces, muchas sombras, mucho campo que cubrir, mucho tiempo que contar. Es inevitable que en casos como este se generen los apasionamientos que mencioné al principio, cuando el tema es tan llamativo y por lo tanto inevitablemente atractivo. Hablar de U2 en general, y de su cantante y líder Bono en particular, me es especialmente difícil, obviamente por lo puntos que mencioné líneas arriba, como el tan manido apasionamiento. Podría contar el principio, como me atrajo primero su embrujo musical gracias a “New Year’s Day”, a pesar de que “Pride (In The Name Of Love)” sonó acá años antes sin saber de que era de los mismos intérpretes; podría hablar de como grabé mis primeros cassettes de U2 de un amigo al que ya le perdí el rastro; podría hablar del estreno de “Rattle And Hum” en los cines de Lima en el verano de 1989, y su posterior y escasa taquilla (si pues); podría hablar de como me chocó el nuevo look de la banda en el videoclip de “The Fly” estrenado en la TV peruana por el venerado Disco Club; podría contar las veces que casi me amanezco viendo los videos completos de "Under A Blood Red Sky" y "Rattle And Hum" en el Canal 27, con la lluvia televisiva de rigor; podría contar de las múltiples veces en que me enganchaba con el desaparecido Uranio 15 cuando pasaban algo del "ZooTV Live From Sydney"; podría relatar de cuando al fin llegó la TV por cable y el MTV de la época pasaba interminables programas especiales y sus famosos “U2 weekend”; podría contar sobre cuando maldecíamos nuestra suerte al ser evitados por varias giras hechas por la banda en Sudamérica y las razones económicas y laborales que evitaron poder viajar en esas ocasiones; podría contar cuando al fin conocí a los chicos de la comunidad de U2 Perú y de cuando al fin viajé a Chile con mi hermano y gran parte de la comunidad para la aventura de ver por fin a U2 en vivo y las lágrimas que derramé al pie del escenario de pura emoción; podría invertir otras horas recordando la siguiente aventura, esta vez a las tocadas en Argentina donde me encontré con amigos que solo conocía a la distancia, e incluso obtuve ciertos e inapreciables tesoros para mi colección, uno de ellos de manos del mismísimo Bono
Y ya que mencioné al mas reconocible integrante de U2, podría hacer una lista igual de larga, sin olvidar a sus compañeros de ruta, el inigualable The Edge, el cool Adam Clayton o el misterioso Larry Mullen Jr., y sus mas de 40 años integrando el famoso combo sin separaciones ni cambio de integrantes, todo un récord para una banda de sus características, por solo mencionar un detalle. Pero Bono, por ser justamente el mas reconocible componente, es mencionado como el “líder” de un grupo en donde la última palabra la tiene el baterista y fundador, por ser vocalista y autor de casi todas las canciones, además de su enorme carisma y ego, acompañado de su faceta de activista, con su lado controversial que además, sin duda hace hasta a los menos enterados que lo identifiquen primero a él antes que a U2… Volviendo a lo que iba, Bono, sin duda por todo lo mencionado y mucho mas, es todo un universo en sí, por lo que hablar de él sin caer en apasionamientos es prácticamente tarea imposible, incluso a veces entre sus mismos fans causa discusiones acaloradas, pero ¿que rockstar ha estado libre de polémicas? ¿hablamos de un dios, un santo o un ser humano? Un ser humano que quiere hacer llegar su mensaje a través de su música a mucha gente; un ser humano que usa su imagen para reunirse con líderes mundiales y expandir su activismo; un ser humano que incluso visitó nuestro país y dejó pendiente la promesa de volver para tocar con la banda…
Bueno, como esa promesa de venir aun sigue en espera, no son raros los viajes de connacionales para ver a U2 en vivo, y es en uno de esos viajes (que ya mencioné previamente) en los que ocurrió lo que todo fan ansía: tener un autógrafo de su ídolo. La mañana previa al primer concierto de La Plata (Argentina, The Joshua Tree Tour 2017), aunque ya llevaba un par de días en el país, seguía sin adaptarme a la hora local pero sin embargo fue increíble la sensación de enterarme por las noticias de que el jet privado de U2 ya había aterrizado en Ezeiza y es cuando el corazón de fan empieza a acelerarse: tu banda favorita llegó a la misma ciudad donde estás en ese momento!!! lo siguiente fue pensar rápidamente en el próximo paso, lo bueno es que las redes sociales empezaron a hacer su parte, se corrió la voz de que Bono visitaría al presidente argentino por un asunto humanitario. Y como mi alojamiento no estaba lejos de la Plaza de Mayo solo quedó hacer el recorrido mientras periódicamente revisaba en el celular por mas noticias hasta que por fin se confirmó lo voceado y la prensa local ya estaba en la Casa Rosada. Una vez ahí afortunadamente me ayudaron unas fans que ya estaban en el enrejado y me acomodaron en un lugar casi en línea recta a varios metros de donde estaba la van que esperaba a Bono. La espera se hizo larga pero valió la pena, Bono en persona al fin apareció, aparentemente evadió la van que lo llevaría a su alojamiento y se acercó a la ya nutrida mancha que lo esperábamos y tardó aproximadamente cuatro minutos en repartir autógrafos a todos los que estuvimos presentes, incluyendo a un amigo peruano que respondió a un mensaje mío, y en ese lapso de tiempo fue cuando al fin la bandera de U2 Perú que me acompañó en el concierto de Chile años atrás, la que engalanaba múltiples reuniones y fiestas de la comunidad, la que incluso estuvo presente en diversos eventos y lugares ajenos y lejanos, recibió el mejor regalo que puede recibir: un autógrafo de Bono!!! Como era de esperarse, mi alegría fue desbordante, el momento prácticamente pagó el viaje y, aunque faltaba aun ir a verlo en vivo (en los que obtuve otro pequeño gran recuerdo pero eso es otra historia), solo haber logrado esto dejaba la sensación de que todo lo dejé atrás descrito realmente valió la pena… Y, pasado el tiempo, eso me lleva a otro punto, el que deberíamos recordar hoy, los 60 de Bono… ¿Como compensar a alguien que con su banda nos ha dado tanto? Siendo adictos a las celebraciones ruidosas ¿Qué hacer en esta extraña situación, mientras guardamos una interminable cuarentena? Bueno, un poco de sacrificio (¿mas?) queda por hacer, así que solo nos queda brindar por su cumpleaños en paz y tranquilidad, mas aun que coincide para nosotros con el Día de la Madre, por lo que será doble celebración hogareña.

Sláinte Bono, que sean muchos mas!!!

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